viernes, 31 de agosto de 2012

LA BOTERÍA DE LA CALLE GASCOS

      Queremos comenzar una serie de entradas con antiguos oficios que había en Segovia en el siglo pasado. Empezamos con un curioso oficio botero, hombre que hace, adereza o vende botas o pellejos para vino, vinagre o aceite según la RAE.

      En la calle Gascos de Segovia había una famosa botería, la Botería de Lorenzo que no sabemos hasta cuando estuvo, pero que se debió instalar a principios del siglo XX en la casa donde siempre hubo una posada como podemos ver con un detalle de una foto de Jean Laurent circa 1870.



     Con los recuerdos de la prodigiosa memoria del maestro Agapito Marazuela transcribimos una parte de la página 58 en charla con don Manuel González Herrero.

- Oye, vamos a ver, volviendo a Arganda y Chinchón, en estos viajes, en estas arrierías, ¿qué recipientes o aliaras llevábais para acarrear el vino?.
- Pellejos. Llevábamos pellejos; que había aquí en Segovia un botero muy botero, muy bueno.
- ¿Quién era?.
- Lorenzo, que vivía en la calle Gascos.
- Esa botería la he conocido yo bien, sí.
- Muy bueno; ganó mucho dinero.
- Era muy grande el obrador, ¿recuerdas?.
- Sí, sí, menudo...
- Estaba cerca de la Casa del Pueblo.
- Sí, eso es, eso es.
Menudo botero era Lorenzo. Pues en esos pellejos se traía. Había la creencia, y además que era así, que era mucho mejor la pez para el vino que la madera; que se conserva mejor el vino. La madera siempre tira un poquito a su sabor. Los buenos bebedores prefieren la piel, la pez ...
- La corambre que se dice.
- La corambre, sí.
- Oye, y este botero, ¿era segoviano?.
- Creo que sí. Yo siempre le conocí como segoviano, y lo que no sé es si era del mismo Segovia o de algún pueblo.

      En esta preciosa fotografía de Otto Wünderlich publicada en 1929, en La Esfera Nº 804, podemos leer el cartel de la puerta que dice Botería de Lorenzo y también los restos de Posada sobre la cal:


      Últimamente hemos conseguido un libro de 1905 en el cual constan dos boteros Lorenzo Arribas y Mateo Muñoz. Pero con el censo de 1902 de la provincia de Segovia pudimos comprobar que nuestro personaje se llamaba Lorenzo Arribas Velázquez, nació circa 1853 y residía en Gascos Nº 3 y a mediados de los años 20 en el Nº 15, pero como bien dice Agapito Marazuela, era segoviano de la capital o de la provincia.

     Para situarnos mejor, para los que no conocimos la calle Gascos en toda su extensión mostramos como era alrededor de 1956 con esta impresionante imagen aérea, donde podemos apreciar la caseta que había en frente de la botería apoyada sobre el pretil de la carretera de Boceguillas (que era su nombre antes de Vía Roma). Además, hemos señalado otra botería que había cerca que se instaló hacia 1937 por Calixto Llorente:

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    Para la realización de esta entrada se han utilizado detalles de fotos, postales o publicaciones de mi colección particular junto con el libro Agapito Marazuela o el despertar del alma castellana de Manuel González Herrero editado por segunda vez en 1995 por la Excma. Diputación Provincial de Segovia.
Anuario del Comercio (Bailly-Bailliere) 1905 Tomo II Granada a Zaragoza (Aranceles-Anuncios-Índices) y el Censo de 1902 para la provincia de Segovia.
      Quiero dedicar esta entrada a todos los segovianos del barrio de San Justo y nos comprometemos a hacer una futura entrada sobre la calle de Gascos.

4 comentarios:

cocolisete dijo...

Me encanta leerlo, como segoviana nacida en la misma calle Gascos y trabajando alli tambien.
Pero lo unico es que la calle Gascos no pertenece en absoluto al barrio de San Lorenzo, siempre ha sido de la parroquia de San Justo donde esta el cristo de los Gascones, y orgullo de los de esa calle.

Pedro Luis Peñas dijo...

Gracias por tu aclaración. Sí es cierto que el origen del nombre es a causa de la contracción de la palabra Gascones (oriundos de la Gascuña) que trajeron un cristo que depositaron en la Iglesia de San Justo.

Juana Martin dijo...

Según he oido contar fué en esta calle donde el animal ( creo que un burro )que trasportaba el cristo se paró y no quiso seguir andando, por lo que se quedaron todos los Gascones que lo trasportaban a vivir y de ahí creo que viene el nombre de Gascos y el Cristo llevado a San JUSTO, por lo menos es lo que siempre he escuchado

Pedro Luis Peñas dijo...

Gracias Juana por la curiosa anécdota. Yo nunca la había oído.