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miércoles, 25 de agosto de 2021

LA CALLE SOLANA/RESOLANA DE SEGOVIA (1820-1935)

      Al realizar nuestro estudio sobre las bóvedas de la calle San Juan pudimos comprobar, con los planos realizados por el arquitecto Odriozola, cómo sin detallarlo aparecía la calle Resolana, pero después, descubrimos que en el siglo XIX realmente se llamaba Solana. Esta calle de la ciudad empezaba desde la calle San Juan Nº 1 y luego continuaba con unas escaleritas de forma paralela al paseo de Santa Lucía de modo que tan sólo tenía cinco casas en los números pares. Estas casas se mantuvieron prácticamente igual hasta 1950, después con ligeras transformaciones y la desaparición de la mayoría, excepto dos, al realizarse en 1969 el paseo de Santo Domingo de Guzmán.

     La imagen más antigua, que nosotros conozcamos, en la que se puede ver la calle Solana es el grabado de Laborde publicado en 1820.

     Sin embargo, en ese grabado no llegamos a apreciar bien que hay entre las casas de la calle y su acceso a la plazuela de la Resolana. Parece que podría ser roca y no se distingue muro de cierre, pero sí aparece muro en el grabado circa 1837 y ahora parece que han eliminado parte de la roca.


      Pasados los años y no siendo un grabado, que suele tener parte real y parte imaginada, cuando José María Avrial y Flores (1807-1891) hace los dibujos para ilustrar su Segovia Pintoresca muestra muchos más detalles de la realidad y ya podemos ver claramente el muro de la calle. Ésta a su vez tiene el muro de cerramiento de las huertas con algún árbol, que corresponderían a traseras de casas de la calle de Gascos.


      Sin embargo, con la aparición de la fotografía ya vamos a tener una mejor visión de la realidad. En la foto de Eugène Sevaistre, realizada en 1857 podemos comprobar todo el muro de cierre de la calle y cómo se han realizado unas bancadas para la plantación de los árboles, que lo más probable es que fueran frutales.


      Cuando Martín Rico y Ortega (1833-1908) hace sus acuarelas sobre Segovia poco antes de irse a París, nos muestra una Segovia antigua con un gran colorido. Hemos utilizado un detalle de una de sus obras en la cual nos muestra perfectamente las casas de la calle Solana y las escaleras de acceso, aunque parece que no quiere detallar el muro de cierre con las huertas.


     Utilizando un detalle del plano de 1874 de Odriozola para el Proyecto de afirmado de la calle San Juan y plazuela de San Pablo podemos ver dibujadas las escaleras que tenía la calle para salvar el desnivel que había entre el paseo de Santa Lucía y la propia calle Solana. Además, nos dibuja hasta donde llegaban las únicas cinco casas que tenía en los números pares que se juntaban con la casa del Nº 1 de la calle San Juan y cómo están protegidas con un pretil. 


      En la fotografía de Juan Moya, que datamos en 1901, podemos ver mejor que la calle Solana que llegaba hasta la plazuela de Resolana, en cuanto acababa la casa del Nº 10, era una cuesta empedrada que tenía la pared de la huerta como cierre.


     Ahora, se intuye bien el pretil del Paseo de Santa Lucía para que no tuviese problemas con el desnivel de la propia calle. Además, comprobamos esas bancadas de la huerta, con su puerta de acceso, donde vemos el alto árbol que tanto sobresale en la vista panorámica.

       Respecto a la situación global de la calle en el plano de Odriozola de 1901 podemos ver bien lo que era la calle Solana, señalada en rojo y cómo llegaba a la plazuela de Resolana, señalada en naranja. E incluso nos indica una mina de arena en el talud del paseo de Santa Lucía y el arroyo Alamillos que cruzaba la alamedilla del conejo y pasaba por debajo de la carretera de Boceguillas.


     Poco después, podemos verlo mejor en la foto de Alois Beer tomada desde la carretera de Boceguillas donde ya se han instalado varios postes para la red de luz eléctrica.

     
     Pasados unos años tenemos una perspectiva similar a la de Beer tomada desde la carretera de Boceguillas, un poco más cerca del Acueducto, por Gillon realizada en 1912. Entonces parece que reforzaron el talud de la carretera de Segovia a Arévalo, según la denominaba Obras Públicas. Además, ahora todos los árboles no nos dejan ver el muro de cerramiento de la huerta o bien que ya no estaba.


      Todo lo anterior lo describía Mariano Sáez y Romero (1867-1939) en su libro de Las Calles de Segovia publicado en 1918. En ese momento ya oficialmente es la calle Resolana:

         "RESOLANA.- Va desde la calle de San Juan a la plazuela de la Resolana.
       De ésta toma el nombre, pues de otro modo sería una paradoja llamar 'resolana' a una calle sombría y al norte, empotrada entre el pretil de la carretera que allí comienza en dirección a Arévalo y las pocas casas que tienen sol, pero a la puerta opuesta, la que mira a la calle de Gascos y caminos que salen del Azoguejo.
      Se llega a la calle por unas escaleras y la vía no tiene más servicio que el de los vecinos de las cuatro o cinco viviendas que hay en ella"

      En abril de 1922 el industrial y concejal Carlos Tablada Maeso (1875-1932) hermano de Lope  y cuñado de Tirso Unturbe, compra un terreno al Ayuntamiento que estaba junto a otro terreno de su propiedad (suponemos que era toda la huerta) y encarga un proyecto de cerramiento de todo el terreno al arquitecto municipal, interino, Benito de Castro. El terreno comprado, de casi 1000 metros cuadrados, era básicamente el trozo de la calle Resolana junto con el terraplén, poco después de acabar las cinco casas y poco antes de terminar en la plazuela de la Resolana.


       El proyecto nos indica cómo plantea el cierre hasta un metro de la cuneta de la carretera de Segovia a Arévalo de forma paralela y por error consta el antiguo, calle de la Solana, pero el oficial entonces era Resolana. Comprobamos según ese plano de 1922 que había varios contrafuertes para apoyar el pretil de la carretera y que no se eliminaron, ni cambiaron, en la realización del paseo de Santo Domingo de Guzmán de 1969 porque actualmente se pueden ver.

     Sin embargo, fotografías posteriores nos indican que no se llegó a hacer el cierre con una verja según el proyecto de 1922, ni esa especie de cobertizo-garaje que se muestra a la izquierda. En cambio, sí nos indica cómo terminaba con respecto a la casa del Nº 10 de la calle Resolana y cómo han hecho bancadas en el terraplén para fijar bien el terreno con arbustos.


     El planteamiento de Carlos Tablada era la construcción de un gran edificio que fuera la vivienda para toda la familia, su esposa Eutiquia y sus cinco hijos. Por ello, con fecha 15 de noviembre de 1930, solicita al Ayuntamiento el Levantamiento de edificio de nueva planta con proyecto de F. Javier Cabello Dodero que se aprobará por sesión ordinaria del 26 de noviembre de 1930. Este hotel, como consta en el proyecto, se terminaría a finales de 1931 o principios de 1932, y tenía una pasarela desde su entrada principal por la carretera de Arévalo al gran edificio, pero su propietario apenas lo pudo disfrutar terminado, ya que falleció el 26 de abril de 1932.
      

       Por tanto, antes de la guerra de 1936, la calle Resolana prácticamente sólo ocupaba las cinco casas de los números pares y el muro que hemos marcado en la foto de 1934 se juntaba con una de las casas de la plaza de Resolana como actualmente. Entre 1940 y 1952 hubo algunas transformaciones en las casas de la calle Resolana para salvar las escaleras de acceso a la calle. En particular, en los números 6 y 8 hicieron unas rampas para acceder directamente desde la cuesta de Santa Lucía, como se decía popularmente, a los edificios como ya mostramos con el edificio de la Hostería Turé


     Para finalizar, como ya aclaramos al desaparecer la cuesta de Santa Lucía y realizar el paseo de Santo Domingo de Guzmán provocó que desaparecieran por expropiación los números 2 y 4 y el antiguo edificio del número 6 se quedase por debajo del nivel que vemos en la foto anterior. Por eso cegaron ese acceso y con el nuevo edificio que se hizo en la década de 2000 se mantiene el murete con verja de Obras Públicas y consecuentemente un trozo con escaleras de lo que fue la calle de Solana/Resolana.
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       Esta entrada se la dedico a todos los interesados por la evolución del urbanismo segoviano, pero en particular a Juan José Bueno por los buenos ratos comentando sobre imágenes antiguas decisivas para los estudios.
       Todo ello ha sido posible gracias a:
Proyecto de afirmado de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1874 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto por petición de Carlos Tablada para cerrar un terreno que le fué concedido en la calle de la Solana 1922 de Benito de Castro Rueda.
Proyecto de levantamiento de edificio de nueva planta por parte de Carlos Tablada Maeso 1930 de Francisco Javier Cabello Dodero.
Mapa del arquitecto municipal Joaquín de Odriozola Grimaud de 1901.
    Todos los anteriores del Archivo Municipal de Segovia.
Las fotos facilitadas amablemente por Juan José Bueno de su gran colección.
La foto facilitada por Blanca Pérez de su archivo familiar.
La foto de la acuarela de Martín Rico Ortega del Museo del Prado facilitada por Alfonso Ceballos.
Voyage pittoresque et historique de L'Espagne par Alexandre de Laborde. Tome Second, Seconde Partie. A Paris de l'imprimerie de P. Didot L'Ainé. MDCCCXX de la Biblioteca Nacional de España.
Segovia Pintoresca por José María Avrial Flores. Coordinación y notas por José Miguel Merino de Cáceres. Edición realizada por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce con la colaboración de la Junta de Castilla y León, Diputación provincial de Segovia y Plan de Excelencia Turística del Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2002.
Segovia Pintoresca por José María Avrial Flores en Estudios Segovianos, Tomo V, Números 13-14, Instituto Diego de Colmenares [Edición coordinada por el Marqués de Lozoya]. Segovia, 1953.
Las calles de Segovia, noticias, tradiciones y curiosidades de Mariano Sáez y Romero. Edición facsímil en offset por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia. Segovia, 1978.
"Como una coqueta con un velo", Segovia hace 100 años. Editado por el Ayuntamiento de Segovia y el Instituto Histórico Austriaco. Madrid, 2004.
Censo electoral para la provincia de Segovia de 1924 de la Biblioteca Digital de Castilla y León.
Todos los apoyos para la divulgación de la Segovia antigua de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de fotos antiguas y fotos de grabados de Segovia recopilada en los últimos veintitrés años.

domingo, 25 de julio de 2021

LA DESGRACIADA VERJA DE LA CALLE SAN JUAN (1881-1889)

      Uno de los inconvenientes de una investigación histórica es que habitualmente conlleva la apertura de otras investigaciones, sin embargo el agotamiento es para el propio investigador, de modo que hay que ponerle un límite, pero dejarlo abierto para futuras investigaciones, propias o ajenas. Cuando hay algo que no termina de cuadrar, por falta de documentación base, y se hacen algunas comprobaciones posteriores, es posible llevarse grandes sorpresas y lo peor es que te hacen desmontar hipótesis probables realizadas anteriormente.

      En este caso todo surgió por la fecha exacta del derrumbe de la muralla medieval en la calle de San Juan contigua al Cubo y la lectura de la existencia de una verja de hierro en la propia calle, pero ¿dónde podía estar situada la verja que actualmente se puede ver en otro lugar?. Particularmente, al revisar el proyecto de Odriozola de la verja de 1881 nos encontramos con la sorpresa de que nos refleja exactamente las bóvedas de finales del siglo XVII mucho mejor que en el proyecto de 1888 y que como veremos tan sólo estuvo allí instalada poco más de siete años. 

      En marzo de 1881 Joaquín Odriozola propone desmontar el antiguo pretil de piedra que había entre el paso al camino de Santa Lucía y el Arco de San Juan para sustituirlo por una verja. El pretil bien lo podemos ver en la foto encargada por el arquitecto municipal, Nicomedes Perier, en su proyecto de mejora de la plaza de San Pablo y de la calle de San Juan de 1867.


   Las razones de cambiar el pretil por una verja de hierro podrían ser: por dar más luminosidad a la propia estrecha calle de San Juan, indirectamente ampliar la acera de la calle ya que el pretil tenía una anchura de 50 cm y quizás, también actualizar la vista de las antiguas bóvedas por el camino de Santa Lucía. El arquitecto municipal en la memoria descriptiva dice:

     "Esta mejora reclamada hace tiempo [1867] es cada vez mas necesaria pues el frecuente transito de esta calle y la estrechez, en este punto donde la acera no tiene mas que 0'50 de ancho con la forma convexa que se ha dado al afirmado, los carruages se inclinan mas a la parte exterior tocando asi á las personas que por allí pasean a pie.
     El proyecto consiste en desmontar todo el pretil de mampostería que tiene un ancho de 0'50 y colocar en su lugar una sencilla verja de hierro sugeta por medio de dos pilastras en los extremos y barillones de hierro emplomado en las losas de la acera"

     El aspecto visual a fecha de 1 de marzo de 1881 lo muestra el arquitecto Odriozola en su nuevo proyecto comprobando que aparentemente no debía ser demasiado afortunado de modo que decidirá hacer un recubrimiento en el muro y los contrafuertes.


    Es significativo notar que en la parte baja del trozo de calle no había más contrafuertes en ese momento, pero sabemos que luego se construirán dos más. El resultado de la obra por parte de Odriozola consideraba el cegado de la bóveda 2, además, plantea un revestimiento con piedra blanca del antiguo muro y de los contrafuertes.


      En la correspondiente subasta de la obra realizada el 29 de marzo de 1881 y anunciada por el alcalde Luis de Contreras y Tomé, marqués de Lozoya, ganó el contratista Basilio Hidalgo Lázaro por un valor de 4200 pesetas sobre las 4447,14 pesetas presupuestadas. De modo que en la sesión del 1 de abril de 1881 se aprueba su ejecución.

      Sin embargo, la Comisión de Obras en una inspección da cuenta de que es necesario un presupuesto adicional que se presenta el 9 de agosto de 1881 de 2172,32 pesetas y además propone la demolición del Arco de San Juan que se aprueba en la sesión del día siguiente. La corporación está de acuerdo en todo, pero lo deja a estudio para que el arquitecto municipal haga un expediente con presupuesto adecuado para el derribo del Arco. Toda la obra de la acera y de la verja se aprueba de nuevo en sesión del 30 de agosto de 1881 después de haber informado la comisión el 20 de agosto de todo el presupuesto adicional, aceptado por el contratista.

      El 24 de octubre de nuevo la comisión de obras reconoce la colocación de la barandilla de hierro por acuerdo de la sesión del 19 de octubre de 1881. Por lo cual a finales de octubre de 1881 la verja está instalada y probablemente faltaba de rematar la obra de la acera. El acta de recepción de la nueva obra por parte de la Comisión de Obras junto con al arquitecto municipal se hizo el 14 de abril de 1882 y la devolución de la fianza el contratista la firmó el 27 de abril.

     Ya en el mismo 1881 surge alguna desgracia con la verja como fue que un niño había metido la cabeza entre los barrotes y se comenta en el semanario dominguero su posible vigilancia. Durante 1882 debió tener algún percance probablemente por accidentes con los movimientos de los carruajes. De modo que en enero de 1883 en el periódico semanal ya la nombra como "desgraciada verja".


      En el propio año de 1882 se hacen las expropiaciones de casas que había adosadas a la muralla para realizar la nueva alineación en la calle San Juan que la corporación municipal había aprobado el año anterior.

    Suponemos que entre 1883 y 1887 hubo alguna problemática con la verja de modo que se construyeron los dos contrafuertes de la parte baja del pretil. Es muy probable que todas las críticas sobre los continuos arreglos de la calzada de la calle San Juan y del barro que se formaba, pudiera provocar grandes problemas o algún accidente. Todavía en 1909 podemos mostrar esa problemática del barro que se formaba en la calle.


     Respecto a los nuevos contrafuertes que se harían entre 1883 y 1888 tenemos en la memoria descriptiva de 1881 que Odriozola dice:

    "Como este muro tiene tres estrivos de sillería en retallo se aprovecha para que los barillones que correspondan a otro macizo vayan sugetos ademas con palomilla de hierro que contrarresten cualquier esfuerzo intencionado" 

    Con lo cual pensamos que muy probablemente algunos movimientos de la verja provocaron la necesidad de realizar otros dos contrafuertes para poder sujetar las palomillas para mejorar su estabilidad.

        El gran derrumbe del lienzo de muralla medieval que hubo el martes 8 de febrero de 1887 entre el cubo medieval y la casa del Marqués de Lozoya provocaba que había que realizar una reparación con urgencia. Este derrumbe supuso un arrastre de parte de la propia calle de San Juan como nos muestra indirectamente Odriozola en el plano del Proyecto de ensanche en la calle de San Juan firmado el 3 de abril de 1888. Inicialmente se recompondría la muralla hasta la altura de la calle San Juan por la parte del camino de Santa Lucía y se dejaría todo preparado para el ensanche de la calle haciendo la demolición del Arco (finalizado el 4 de abril de 1888) y el desmoche del cubo medieval. Es decir, que durante unos trece meses Odriozola tuvo tiempo para analizar y escribir todo el proyecto que suponía las obras del derribo del Arco y el desmoche del cubo.


     Odriozola en la memoria descriptiva de 1888 analiza la nueva realidad de la verja, que terminaba en el cubo medieval a desmochar y supondría una ampliación con mayor altura sobre el paseo de Santa Lucía:

      "Ahora bien, ¿le ha de continuar la verja de hierro como pretil de defensa para una altura que alcanza 10 metros?. Cuando se colocó esta balaustrada presidió la idea de dar el mayor ensanche posible á esta calle de tan frecuente transito, pero la experiencia ha demostrado que, si bien es verdad que las dimensiones del hierro son pequeñas, hay que reconocer que con una pendiente de 7,40 por 100 al marchar los carros producen, sin poderlo evitar destrozos en la verja sucediendo lo mismo aunque en construcción fuera mas resistente por no contar con seguro contrarresto.
       En esta extension, creemos lo mas conveniente colocar un pretil o antepecho de piedra blanca de iguales o parecidas proporciones que el de la bajada a San Millán por la Canaleja"

     El desmonte de la verja de la calle San Juan se haría, muy probablemente los primeros meses de 1889 ya que la finalización de las obras, según el contratista, fueron el 27 de mayo de 1889 y se guardaría en dependencias municipales. Pero pocos meses después en la sesión de 10 de octubre de 1889 el concejal Sr. Frege indica, y se acordará, que el arquitecto municipal vea si la verja de la calle San Juan puede utilizarse en la plazuela de Santa Eulalia. 

      El presupuesto y estudio de la instalación de la verja en la plaza de Santa Eulalia lo firma Odriozola el 17 de noviembre de 1893 que suponía el desmonte del pretil que había y todos los arreglos y adaptaciones necesarias en los módulos de la verja junto con las ocho pilastras de granito que se pondrían. Pocos años después podemos comprobar su instalación en una foto de Julio Duque 

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       Esta entrada se la dedico a todos los interesados por la evolución del urbanismo en Segovia.
       Todo ello ha sido posible gracias a:
Proyecto de mejora de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1867-1868 de Nicomedes Perier García.
Proyecto de afirmado de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1874 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto de Verja de hierro en el pretil de la Calle de San Juan 1881 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto de Ensanche en la calle de San Juan 1888 de Joaquín Odriozola Grimaud.
            Todos los anteriores del Archivo Municipal de Segovia.
Obras de urbanización integral de la calle San Juan en la web del Ayuntamiento de Segovia.
Foto realizada por Julio Duque del amigo Juan Francisco Sáez Pajares.
La Tempestad del 6 de noviembre de 1881, Año II-Tormenta 61.
La Tempestad del 28 de enero de 1883, Año IV-Tormenta 124.
Nobiliario de Segovia de Jesús Larios Martín. Edición del Instituto Diego de Colmenares, Patronato José María Cuadrado. Segovia, 1956, todos ellos del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de fotos antiguas de Segovia recopilada en los últimos veintitrés años.

viernes, 9 de julio de 2021

LAS BÓVEDAS Y EL CUBO DE LA CALLE SAN JUAN (1800-1963)

      Por ciertos derribos que debió haber en la calle de San Juan al quedar muy destruida la propia puerta de San Juan entre los ataques de 1467 y la guerra de las Comunidades, suponemos que a finales del siglo XVII se construyeron unas bóvedas sobre las que se apoyaba la parte superior de la calle de la Puerta de San Juan, que era como se llamaba entonces.

     La primera visión de las bóvedas con sus grandes contrafuertes las tenemos localizadas por el grabado de Alexandre de Laborde publicado en 1820, que nos muestra claramente las tres bóvedas. Además, vemos lo que era el cubo primitivo de la muralla, que se desmocha en 1888 pero debería aparecer completo. Sin embargo, el autor del dibujo, parece que lo interpreta como otro gran contrafuerte y no lo refleja, como tampoco la parte de muralla que conecta con la casa, ni la propia casa, del Marqués de Lozoya


       En esos momentos existía completa la estrecha calle Solana que desde la calle de la puerta de San Juan y entre el paseo de Santa Lucía y las casas, bajaba hasta la Plaza de la Resolana. Sin embargo, en el dibujo de Laborde se comunica la calle con un pontón que habría sobre el arroyo Alamillos. También curiosamente nos refleja la propia ermita de Santa Lucía, justo al borde del paseo que tomaba su nombre por la propia ermita.

    Si hacemos un detalle aumentado de este grabado comprobamos claramente la existencia de bóvedas realizadas unos ciento cincuenta años antes, pero no su continuación en la parte de muralla.


       Poco después hacia 1837 se publica otro grabado, que más bien parece una variante utilizando la publicación del anterior, sin querer detallar de nuevo la casa del Marqués de Lozoya. 

  
      Pero cuando José María Avrial y Flores (1807-1891), siendo director de la Escuela de Bellas Artes de Segovia, hace unos dibujos sobre la ciudad circa 1839 nos muestra muchos más detalles auténticos que los anteriores sobre las bóvedas.


     Como podemos comprobar en el interior de la bóveda 1 nos muestra una fuente con pilón situada estratégicamente aprovechando la sombra que diese la propia bóveda y que podría haberse instalado en el siglo anterior.

     Otro detalle de los dibujos de Avrial con una vista tomada desde las lomas del cementerio no nos muestra las bóvedas debido a que las tapan los olmos que había en el paseo de Santa Lucía, pero nos muestra perfectamente el cubo contiguo y la muralla hasta la casa del Marqués de Lozoya.


    De todas formas no sabíamos exactamente cómo eran las tres bóvedas y los contrafuertes con las imágenes de Avrial, aunque nos íbamos haciendo una idea, hasta que hace unos meses conseguimos una fotografía estereoscópica francesa del fotógrafo Louis Eugène Sevaistre que sabemos, realizadas en 1857 y editadas por Gaudin Frères. Podemos contemplar bien las dos bóvedas inferiores y además apreciamos claramente cómo la fuente con pilón se ha trasladado a la bóveda 2.


     Ahora vemos, las casas antiguas de la calle Resolana, en frente las tres bóvedas y los grandes contrafuertes de la calle San Juan. Ya vimos que esas casas se mantuvieron muchos más años de igual manera y además apreciamos con más sentido todos los detalles de los dibujos de Avrial. Pero bien sabemos que las fotos estereoscópicas tienen dos imágenes diferentes para conseguir el efecto tridimensional y utilizando la otra imagen podemos ver también el cubo de la muralla.


     En este caso la albúmina de la derecha, por no tener buena conservación, ha perdido mucha nitidez, pero se llega a distinguir el trozo de muralla contiguo al cubo, que desaparecerá en 1887 a causa de un desprendimiento. Además, la parte de la casa del Marqués de Lozoya nos muestra hasta que altura llegaba el lienzo de muralla, de modo que confirma todo lo dibujado notablemente por Avrial.

     La fotografía antigua francesa nos explica fielmente el dibujo de F. J. Parcerisa (1803-1876) que en su momento pensábamos que era demasiado imaginativo y no muy real. Pero el detalle mostrado nos vuelve a confirmar toda la fisonomía de las bóvedas, del cubo y la muralla almenada, aunque haya algún inconveniente de perspectiva. También nos confirma que la fuente con pilón estaba en la bóveda 2.


     Siguiendo el orden cronológico ya vimos en el estudio sobre el Arco de San Juan la exacta localización del Arco y cómo era en 1874 la planta de la calle San Juan. Sin embargo, la revisión detallada del proyecto de ensanche de la calle San Juan de 1888 nos lleva a hacer varias aclaraciones sobre el proyecto de 1874, como son la planta del cubo y la muralla almenada mostradas por Sevaistre y Parcerisa.


     Además, Odriozola en su Proyecto de Verja de hierro en el pretil de la calle de San Juan, firmado el 1 de marzo de 1881 muestra conjuntamente el alzado y la planta de cómo eran exactamente las bóvedas construidas a finales del siglo XVII. 


     Como podemos observar la última bóveda no tenía un arco de medio punto como las otras, de modo que de nuevo el dibujo de Parcerisa es más real de lo que imaginábamos. Por otra parte, es curioso hacer notar que en la parte más baja de la calle no señala contrafuertes y parece más bien un pretil y no el muro de dos metros de altura de la foto datada en 1867. De modo que es muy probable que por alguna grieta en la calle se tomase la decisión de añadir dos pequeños contrafuertes entre 1881 y 1888.

     Ahora, podemos entender cada vez mejor algunos comentarios que hace Joaquín Odriozola cuando escribe la memoria descriptiva en el Proyecto de Ensanche en la calle San Juan, firmado el 3 de abril de 1888. 

    "Próxima a terminarse la obra de derribo del Arco de San Juan y cubo de la muralla inmediato á esta Puerta, precisa construir un pretil de defensa para la línea de calle hasta la casa del Señor Marqués de Lozoya; y si á esto se agrega la aventura de una prenda en el trozo de calle referido á consecuencia del estraordinario movimiento que esperimentó el terreno en esta parte apareciendo cortada la roca en sentido longitudinal, la necesidad de ejecutar alguna obra en esta calle se impone con urgencia"


     "...Según se manifiesta en el plano de planta tomando la línea exterior de los bolardos o estribos de esta calle se marca una alineación que partiendo del mismo punto que hoy tiene la pilastra de granito, por no permitir variación alguna de la pendiente y estrechez de este punto, se dirige al cubo recién derribado, con lo cual, se gana en esta parte dos metros quedando la calle por el ángulo ó revuelta que es el que necesita mayor desarrollo..."


     Como podemos comprobar como buen arquitecto en la planta nos señala las plantas de las tres bóvedas y nos indica hasta cuándo se adentraban para sustentar adecuadamente la calle de la puerta de San Juan. Justo en la parte superior donde había un gran estrechamiento de la calle con la roca original debió haber numerosos derrumbes hasta que se resolvió el problema haciendo esas tres diferentes bóvedas, pero que en el argot popular de la época eran las cuevas de San Juan. Según el periódico La Tempestad en los números de la década de 1880 continuamente hace en sus 'coplillas' alusión al uso de las cuevas para dormir, para evacuar y habla de su mal olor.

    "Para realizar esta mejora consideramos lo mas conveniente la construcción de muros de mampostería en los espacios que median entre los machones, empleando para ello la gran cantidad de piedra que ha resultado depositada al pie de obra por derribo de la muralla...En este punto debe hacerse un machón de iguales dimensiones que le produce el cubo derribado, empalmando a la vez y terminado del mismo modo el muro recién construido para sostenimiento del terreno cuando tuvo lugar la catástrofe".


    En conclusión, se va a crear un muro de carga aprovechando toda la piedra del último desprendimiento de la muralla de 1887, de modo que dos de las bóvedas van a cegarse completamente y se hace una extensión en la bóveda 2 para mantener la fuente en el mismo lugar de la cuesta de Santa Lucía "Para no impedir el servicio de la fuente de Santa Lucía sin tener que variarla, creemos lo más conveniente construir un arco de piedra blanca, siguiendo la misma traza que existe". Se quedará a la vista una parte de la base del cubo desde el paseo de Santa Lucía. La bóveda aparecida en las obras de 2018 sería la que estaba junto al cubo de la que se tomaron fotos que nosotros hemos llamado bóveda 3.

     La foto más antigua que hemos podido localizar realizada esta obra que se terminó, según dice el contratista en la documentación, el 27 de mayo de 1889, es del fotógrafo francés Pierre Petit que por indicios de otras de su serie pensamos realizada circa 1906. En ella, hemos marcado aproximadamente la anchura que se ganaba respecto a la primitiva y estrecha calle de San Juan.


     Respecto a lo que vemos en el alzado del proyecto, para mostrarlo con imágenes reales, hemos hecho un detalle de una postal fotográfica de 1930 que es como se mantendrá durante el siglo XX.


    O incluso por la propia cuesta de Santa Lucía, como se decía popularmente en Segovia, en la cual hemos señalado la situación de los antiguos contrafuertes y vemos nítidamente la extensión de la bóveda 2 en una imagen de Manolo Río que datamos circa 1950 y que nos fue facilitada amablemente por un lector del blog llamado José Luis.

   
     También podemos apreciar la pequeña variante que se ha hecho en el antepecho sobre el cubo que Odriozola en su proyecto lo indica recto de modo que hubiera quedado a la vista el desmochado con lo cual supongo que se decidió durante la obra hacer el 'balcón' correspondiente. Todos los segovianos octogenarios pueden tener mejor memoria y lo verían de forma similar a estas fotos.


    Pero para los que tenemos menos de sesenta años no hemos conocido esa fisonomía si no básicamente la que se mantiene en la actualidad. La realización de esta última obra que se denominó Ensanche de la curva de San Juan, que empezó en 1964 y acabó en 1965, estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas dentro de la creación de la Plaza Oriental. En el mismo proyecto se realizó la primera fase de 1963, el ensanche de la curva terminado en 1965 y la segunda fase desde 1966 para terminar con toda la eliminación de los números impares de la calle San Juan

Continuará con el ensanche posterior de la curva de la calle de San Juan
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     Esta entrada se la dedico a todos los interesados por la evolución del patrimonio arquitectónico segoviano, pero en particular a Juanjo Bueno por los buenos ratos que pasamos hablando de ello.
       Todo ello ha sido posible gracias a:
Proyecto de mejora de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1867-1868 de Nicomedes Perier García.
Proyecto de afirmado de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1874 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto de Verja de hierro en el pretil de la Calle de San Juan 1881 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto de Ensanche en la calle de San Juan 1888 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Todos los anteriores del Archivo Municipal de Segovia.
Voyage pittoresque et historique de L'Espagne par Alexandre de Laborde. Tome Second, Seconde Partie. A Paris de l'imprimerie de P. Didot L'Ainé. MDCCCXX de la Biblioteca Nacional de España.
Segovia Pintoresca por José María Avrial Flores. Coordinación y notas por José Miguel Merino de Cáceres. Edición realizada por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce con la colaboración de la Junta de Castilla y león, Diputación provincial de Segovia y Plan de Excelencia Turística del Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2002.
Segovia Pintoresca por José María Avrial Flores en Estudios Segovianos, Tomo V, Números 13-14, Instituto Diego de Colmenares [Edición coordinada por el Marqués de Lozoya]. Segovia, 1953.
Recuerdos y Bellezas de España SEGOVIA. Obra destinada a dar a conocer sus monumentos y sus antigüedades en láminas dibujadas del natural por F. J. Parcerisa. Escrita y documentada por José María Cuadrado, Segovia año 1865. Edición facsímil por Ámbito Ediciones S.A. y Diputación de Segovia. Salamanca, 1993.
Obras de urbanización integral de la calle San Juan en la web del Ayuntamiento de Segovia.
La foto de Pierre Petit (1831-1909) de la Biblioteca Nacional de Francia.
La foto amablemente facilitadas por José Luis Casado Martín de su colección.
La Tempestad del 28 de octubre de 1882, Año III-Tormenta 110.
La Tempestad del 5 de noviembre de 1882, Año III-Tormenta 112.
La Tempestad del 28 de enero de 1883, Año IV-Tormenta 124.
Nobiliario de Segovia de Jesús Larios Martín. Edición del Instituto Diego de Colmenares, Patronato José María Cuadrado. Segovia, 1956, todos ellos del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de fotos antiguas y fotos de grabados de Segovia recopilada en los últimos veintitrés años.

viernes, 28 de agosto de 2020

EL FAROL y LA BOMBA de agosto de 1936 en EL ACUEDUCTO

      Después de haber realizado el estudio sobre los faroles engarzados a los pilares del Acueducto nos vamos a centrar ahora en el farol con más visibilidad que había en la zona oriental. Como ya comprobamos era el farol que estaba a menos altura de los siete localizados, pero además este farol tiene conexiones con nuestra guerra civil en lo que llamaríamos actualmente una fake news o en definitiva el uso de una fotografía para mostrar una noticia falsa.

      Sin duda, es el farol más antiguo de los que tenemos constancia fotográfica. Aparece en la foto que Charles Clifford (1820-1863) realiza en 1853 muy probablemente junto a un ayudante conocido en la fotografía segoviana del siglo XIX, Juan Pérez Galiano (1821-1897). El farol está en la famosa fotografía tomada desde la antigua calle de Gascos hacia el Acueducto.

Foto Propiedad de la Biblioteca Nacional de España

      A primera vista aunque es una imagen suficientemente grande no se aprecia fácilmente el farol del Acueducto e incluso con el estudio ya realizado es difícil adivinarlo. Sin embargo, con la ayuda de las nuevas tecnologías de programas de edición de imagen y gracias a la Biblioteca Nacional que ha hecho una impecable digitalización podemos aclarar y distinguir muchas cosas.


      Es curioso observar además el balcón con barandilla de madera que se ajustaría al Nº 7 de la calle Gascos y como en los números pares que comenzaban más cerca del Acueducto hay otro farol. Éste engarzado a una columna antigua no se ajusta a los ya estudiados si no muy probablemente a otros todavía más antiguos teniendo en cuenta el tipo de palomilla y el depósito del combustible. Quizás este otro tipo nos puede llevar a su instalación en las primeras décadas del siglo XIX o incluso antes.

     Pero continuemos con nuestro objetivo inicial que es aclarar durante cuánto tiempo permaneció ese farol en el Acueducto que suponemos instalado entre 1845 y 1852. Como bien sabemos corresponde a la pilastra en la cual estaba la hornacina con la figura de San Sebastián.


     Ahora claramente lo podemos ver con el siguiente detalle de la fotografía de Laurent en este caso digitalizada maravillosamente por el IPCE que nosotros fechamos realizada hacia 1873 y en la cual sí se puede apreciar mejor que es un farol reverbero. Si nos fijamos en las sombras de la palomilla sobre las piedras de granito corresponde al tipo de tres puntos de ajuste.


      En ese momento ya están demolidos los antiguos primeros números pares de la calle de Gascos y  está realizada en la ciudad la llamada carretera de Boceguillas (proyectada por Obras Públicas en 1860) con el muro de protección de Gascos que se mantuvo hasta 1960. Ya comprobamos en el estudio anterior que el otro farol, el del Azoguejo muy probablemente se quitó en 1880 al instalar allí la farola procedente de la plaza mayor, pero con demostración fotográfica antes de 1889. En cambio este farol se mantuvo mucho más, veinticinco años más.

     Podemos apreciar el farol que todavía se mantenía en una imagen treinta y cinco años después recién terminado el edificio del Parador del Acueducto hacia 1907. La imagen está realizada por Julio Duque en la época que edita sus propias postales para vender en su platería junto con objetos fotográficos y aparatos ópticos.


      Incluso más tarde se mantenía como vemos por la fototipia de Lucien Levy circa 1910, pero no duraría mucho más porque en fotos de 1917 ya no aparece.


     Suponemos que hacia 1915 se retira el farol aunque cumpliese su función de alumbrado público transformado a luz eléctrica que además suponía que algún cable estuviese entre las piedras del Acueducto. En esta operación no tuvieron demasiada maña y se ven grandes marcas de los enganches de la palomilla a las piedras del Acueducto. En 1930 podemos apreciar el poco cuidado con este detalle de una foto de Gabino Hernández Alsina justo en el momento que están haciendo la demolición de los muros de la iglesia de Santa Columba. A la derecha podemos ver el murete del talud de la calle Gascos protegido con un bolardo de granito marcando el giro para la posible subida por la calle de San Juan de los automóviles y los carruajes.


     Las marcas de engarce a la pilastra como ya explicamos se debían al cambio de palomilla hacia 1880 y que actualmente se distinguen perfectamente.
 
     Sin embargo el 18 de julio de 1936 surge la sublevación militar y Segovia se adhiere oficialmente junto al bando golpista a fecha 20 de julio de 1936 controlando el Gobierno civil, el Ayuntamiento y los establecimientos militares: la Academia de Artillería, el Regimiento de Artillería Ligero Nº 13 (cuartel de la Casa Grande) y la Escuela de Automovilismo.

      Entre el 22 de julio y el 31 de julio de 1936 hubo tres bombardeos de la aviación republicana con resultado de un muerto. No eran demasiado peligrosos y se consideraba que con refugiarse en las bodegas de las casas era suficiente, pero los bombardeos del primer fin de semana de agosto causaron dos muertos con la bomba que cayó en la calle Martínez Campos, junto a la Catedral, y al día siguiente un soldado muerto causado por las dos bombas que provocaron grandes desperfectos en la Academia de Artillería y otra en el Instituto.

     En el bombardeo del viernes 14 de agosto de 1936 según Juan de Contreras, Marqués de Lozoya se arrojaron unas 16 bombas que provocaron cinco muertos. "Cayó una de ellas al comienzo de la carretera de Boceguillas, delante del almacén de coloniales de don Claudio Moreno en cuyas inmediaciones había congregada mucha gente" que provocó la muerte de un falangista y un niño que venía a la capital montado en su borriquillo.

     Esta fotografía con fecha anotada del 8 de agosto de 1936 pretende reflejar las marcas que dejó la metralla al estallar la citada bomba en la pilastra del Acueducto, pero no hay otra que muestre el agujero que provocase la bomba en la carretera de Boceguillas.

Foto propiedad del Archivo de la Guerra Civil de la Biblioteca Nacional
   
     En el reverso podemos leer claramente el texto escrito "Segovia- impactos de la metralla roja en el famoso Acueducto romano. 8-8-36".


     Con el estudio realizado bien sabemos que esas marcas mostradas en la foto son causadas por la extracción, con poco cuidado, de la palomilla de dos puntos de ajuste que era la que se mantenía unos veinte años antes en esa pilastra del Acueducto. Hemos hecho un montaje fotográfico comparativo mostrando las fotos de 1930 y la de 1936 para demostrar que las marcas son exactamente las mismas.


     No sabemos quién realizó esa foto en plena guerra y tampoco sabemos si se publicaron en algún periódico o revista de la zona nacional, pero claramente en este caso intentaban dar una noticia falsa.
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    Esta entrada se la dedico a mi ex alumno Diego que después realizó el Bachillerato de Investigación y que al leer mis estudios sobre los faroles del Acueducto y ver las fotos del Archivo de la Guerra Civil me pedía mi opinión sobre la foto de 1936.
       Todo ha sido posible gracias a:
Las fotos antiguas digitalizadas por la Biblioteca Nacional.
La Visita de Charles Clifford a Segovia del blog del amigo Aku Estebaranz.
El Acueducto en la fotografía. Colección Sáez-Laguna. Edita Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2009.
Segovia en la fotografía del siglo XIX. Colección Juan Francisco Sáez. Ricardo González. Editado por Doblón. Salamanca, 1997.
La iniciación en Segovia del Movimiento Nacional (julio-agosto 1936) por D. Juan de Contreras, marqués de Lozoya, cronista de la ciudad. Imp. "El Adelantado de Segovia". Segovia, 1938.
El Adelantado de Segovia diario del sábado 15 de agosto de 1936, Año XXXVI, Número 10156, de la Biblioteca Pública de Segovia.
Gaceta de Madrid, 20 de Octubre de 1884, R.O. 5 de Octubre de 1884, Núm 294.
Mi colección de fotos, láminas, y revistas antiguas de Segovia recopiladas en los últimos veintidós años.