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domingo, 25 de julio de 2021

LA DESGRACIADA VERJA DE LA CALLE SAN JUAN (1881-1889)

      Uno de los inconvenientes de una investigación histórica es que habitualmente conlleva la apertura de otras investigaciones, sin embargo el agotamiento es para el propio investigador, de modo que hay que ponerle un límite, pero dejarlo abierto para futuras investigaciones, propias o ajenas. Cuando hay algo que no termina de cuadrar, por falta de documentación base, y se hacen algunas comprobaciones posteriores, es posible llevarse grandes sorpresas y lo peor es que te hacen desmontar hipótesis probables realizadas anteriormente.

      En este caso todo surgió por la fecha exacta del derrumbe de la muralla medieval en la calle de San Juan contigua al Cubo y la lectura de la existencia de una verja de hierro en la propia calle, pero ¿dónde podía estar situada la verja que actualmente se puede ver en otro lugar?. Particularmente, al revisar el proyecto de Odriozola de la verja de 1881 nos encontramos con la sorpresa de que nos refleja exactamente las bóvedas de finales del siglo XVII mucho mejor que en el proyecto de 1888 y que como veremos tan sólo estuvo allí instalada poco más de siete años. 

      En marzo de 1881 Joaquín Odriozola propone desmontar el antiguo pretil de piedra que había entre el paso al camino de Santa Lucía y el Arco de San Juan para sustituirlo por una verja. El pretil bien lo podemos ver en la foto encargada por el arquitecto municipal, Nicomedes Perier, en su proyecto de mejora de la plaza de San Pablo y de la calle de San Juan de 1867.


   Las razones de cambiar el pretil por una verja de hierro podrían ser: por dar más luminosidad a la propia estrecha calle de San Juan, indirectamente ampliar la acera de la calle ya que el pretil tenía una anchura de 50 cm y quizás, también actualizar la vista de las antiguas bóvedas por el camino de Santa Lucía. El arquitecto municipal en la memoria descriptiva dice:

     "Esta mejora reclamada hace tiempo [1867] es cada vez mas necesaria pues el frecuente transito de esta calle y la estrechez, en este punto donde la acera no tiene mas que 0'50 de ancho con la forma convexa que se ha dado al afirmado, los carruages se inclinan mas a la parte exterior tocando asi á las personas que por allí pasean a pie.
     El proyecto consiste en desmontar todo el pretil de mampostería que tiene un ancho de 0'50 y colocar en su lugar una sencilla verja de hierro sugeta por medio de dos pilastras en los extremos y barillones de hierro emplomado en las losas de la acera"

     El aspecto visual a fecha de 1 de marzo de 1881 lo muestra el arquitecto Odriozola en su nuevo proyecto comprobando que aparentemente no debía ser demasiado afortunado de modo que decidirá hacer un recubrimiento en el muro y los contrafuertes.


    Es significativo notar que en la parte baja del trozo de calle no había más contrafuertes en ese momento, pero sabemos que luego se construirán dos más. El resultado de la obra por parte de Odriozola consideraba el cegado de la bóveda 2, además, plantea un revestimiento con piedra blanca del antiguo muro y de los contrafuertes.


      En la correspondiente subasta de la obra realizada el 29 de marzo de 1881 y anunciada por el alcalde Luis de Contreras y Tomé, marqués de Lozoya, ganó el contratista Basilio Hidalgo Lázaro por un valor de 4200 pesetas sobre las 4447,14 pesetas presupuestadas. De modo que en la sesión del 1 de abril de 1881 se aprueba su ejecución.

      Sin embargo, la Comisión de Obras en una inspección da cuenta de que es necesario un presupuesto adicional que se presenta el 9 de agosto de 1881 de 2172,32 pesetas y además propone la demolición del Arco de San Juan que se aprueba en la sesión del día siguiente. La corporación está de acuerdo en todo, pero lo deja a estudio para que el arquitecto municipal haga un expediente con presupuesto adecuado para el derribo del Arco. Toda la obra de la acera y de la verja se aprueba de nuevo en sesión del 30 de agosto de 1881 después de haber informado la comisión el 20 de agosto de todo el presupuesto adicional, aceptado por el contratista.

      El 24 de octubre de nuevo la comisión de obras reconoce la colocación de la barandilla de hierro por acuerdo de la sesión del 19 de octubre de 1881. Por lo cual a finales de octubre de 1881 la verja está instalada y probablemente faltaba de rematar la obra de la acera. El acta de recepción de la nueva obra por parte de la Comisión de Obras junto con al arquitecto municipal se hizo el 14 de abril de 1882 y la devolución de la fianza el contratista la firmó el 27 de abril.

     Ya en el mismo 1881 surge alguna desgracia con la verja como fue que un niño había metido la cabeza entre los barrotes y se comenta en el semanario dominguero su posible vigilancia. Durante 1882 debió tener algún percance probablemente por accidentes con los movimientos de los carruajes. De modo que en enero de 1883 en el periódico semanal ya la nombra como "desgraciada verja".


      En el propio año de 1882 se hacen las expropiaciones de casas que había adosadas a la muralla para realizar la nueva alineación en la calle San Juan que la corporación municipal había aprobado el año anterior.

    Suponemos que entre 1883 y 1887 hubo alguna problemática con la verja de modo que se construyeron los dos contrafuertes de la parte baja del pretil. Es muy probable que todas las críticas sobre los continuos arreglos de la calzada de la calle San Juan y del barro que se formaba, pudiera provocar grandes problemas o algún accidente. Todavía en 1909 podemos mostrar esa problemática del barro que se formaba en la calle.


     Respecto a los nuevos contrafuertes que se harían entre 1883 y 1888 tenemos en la memoria descriptiva de 1881 que Odriozola dice:

    "Como este muro tiene tres estrivos de sillería en retallo se aprovecha para que los barillones que correspondan a otro macizo vayan sugetos ademas con palomilla de hierro que contrarresten cualquier esfuerzo intencionado" 

    Con lo cual pensamos que muy probablemente algunos movimientos de la verja provocaron la necesidad de realizar otros dos contrafuertes para poder sujetar las palomillas para mejorar su estabilidad.

        El gran derrumbe del lienzo de muralla medieval que hubo el martes 8 de febrero de 1887 entre el cubo medieval y la casa del Marqués de Lozoya provocaba que había que realizar una reparación con urgencia. Este derrumbe supuso un arrastre de parte de la propia calle de San Juan como nos muestra indirectamente Odriozola en el plano del Proyecto de ensanche en la calle de San Juan firmado el 3 de abril de 1888. Inicialmente se recompondría la muralla hasta la altura de la calle San Juan por la parte del camino de Santa Lucía y se dejaría todo preparado para el ensanche de la calle haciendo la demolición del Arco (finalizado el 4 de abril de 1888) y el desmoche del cubo medieval. Es decir, que durante unos trece meses Odriozola tuvo tiempo para analizar y escribir todo el proyecto que suponía las obras del derribo del Arco y el desmoche del cubo.


     Odriozola en la memoria descriptiva de 1888 analiza la nueva realidad de la verja, que terminaba en el cubo medieval a desmochar y supondría una ampliación con mayor altura sobre el paseo de Santa Lucía:

      "Ahora bien, ¿le ha de continuar la verja de hierro como pretil de defensa para una altura que alcanza 10 metros?. Cuando se colocó esta balaustrada presidió la idea de dar el mayor ensanche posible á esta calle de tan frecuente transito, pero la experiencia ha demostrado que, si bien es verdad que las dimensiones del hierro son pequeñas, hay que reconocer que con una pendiente de 7,40 por 100 al marchar los carros producen, sin poderlo evitar destrozos en la verja sucediendo lo mismo aunque en construcción fuera mas resistente por no contar con seguro contrarresto.
       En esta extension, creemos lo mas conveniente colocar un pretil o antepecho de piedra blanca de iguales o parecidas proporciones que el de la bajada a San Millán por la Canaleja"

     El desmonte de la verja de la calle San Juan se haría, muy probablemente los primeros meses de 1889 ya que la finalización de las obras, según el contratista, fueron el 27 de mayo de 1889 y se guardaría en dependencias municipales. Pero pocos meses después en la sesión de 10 de octubre de 1889 el concejal Sr. Frege indica, y se acordará, que el arquitecto municipal vea si la verja de la calle San Juan puede utilizarse en la plazuela de Santa Eulalia. 

      El presupuesto y estudio de la instalación de la verja en la plaza de Santa Eulalia lo firma Odriozola el 17 de noviembre de 1893 que suponía el desmonte del pretil que había y todos los arreglos y adaptaciones necesarias en los módulos de la verja junto con las ocho pilastras de granito que se pondrían. Pocos años después podemos comprobar su instalación en una foto de Julio Duque 

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       Esta entrada se la dedico a todos los interesados por la evolución del urbanismo en Segovia.
       Todo ello ha sido posible gracias a:
Proyecto de mejora de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1867-1868 de Nicomedes Perier García.
Proyecto de afirmado de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1874 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto de Verja de hierro en el pretil de la Calle de San Juan 1881 de Joaquín Odriozola Grimaud.
Proyecto de Ensanche en la calle de San Juan 1888 de Joaquín Odriozola Grimaud.
            Todos los anteriores del Archivo Municipal de Segovia.
Obras de urbanización integral de la calle San Juan en la web del Ayuntamiento de Segovia.
Foto realizada por Julio Duque del amigo Juan Francisco Sáez Pajares.
La Tempestad del 6 de noviembre de 1881, Año II-Tormenta 61.
La Tempestad del 28 de enero de 1883, Año IV-Tormenta 124.
Nobiliario de Segovia de Jesús Larios Martín. Edición del Instituto Diego de Colmenares, Patronato José María Cuadrado. Segovia, 1956, todos ellos del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de fotos antiguas de Segovia recopilada en los últimos veintitrés años.

miércoles, 26 de agosto de 2015

LOS AUTOMÓVILES EN SEGOVIA (1900-1936): Los surtidores de gasolina (2ª parte)

     Continuamos la entrada anterior sobre la instalación de los primeros surtidores de gasolina en Segovia.

SURTIDOR SOLICITADO POR PETRÓLEOS PORTO-PI S.A.
      La cuarta solicitud comenzó el 15 de septiembre de 1925 realizada por Manuel Benlloch Martínez, en representación de Petróleos Porto-Pi S.A. proponiendo los alrededores de la Puerta de Madrid "Que deseando instalar en esa población y en la confluencia de la carretera de Segovia con la carretera de Madrid y estación, en el vértice correspondiente a la estación de Segovia y sitio preciso que se determine, un aparato surtidor de gasolina con depósito subterráneo para la venta de este combustible...".

       Pagola como arquitecto municipal hace informe para el Alcalde "...para la debida tramitación del expediente, es preciso que se acompañen los planos y memoria duplicados, así como las del emplazamiento que se solicita y sobre los cuales funda aprobable dicho emplazamiento ó modificarse según el caso" y el alcalde al día siguiente dice que se dirija al solicitante transcribiéndole lo que falta.

      A los siete días Pagola dice "Una vez cumplidos los requisitos que previenen las Ordenanzas Municipales, no veo inconvenientes en que se conceda la licencia solicitada... y favorable el sitio en que intenta emplazarse lo encuentro adecuado para el objeto a que se destina" y que pasará informe a Obras Públicas por orden del Alcalde.

      El ingeniero jefe de Obras Públicas contesta el 30 de octubre de 1925 con las condiciones a las que se deben ajustar y el alcalde Tomás Sanz firma el día 2 de noviembre.

      El 4 de noviembre de 1925 Manuel Benlloch firma y pone el sello de Petróleos Porto-Pi S.A. Región Central "He recibido del Sr. Alcalde de esta Capital, oficio del Sr. Ingeniero de Obras Públicas de esta provincia comunicándome la autorización para instalar un depósito de gasolina y á su servicio también las condiciones a que me he de ajustar en la construcción de las obras..."

       La instalación y puesta en funcionamiento se terminaría en marzo o abril de 1926. En la siguiente imagen realizada, entre 1926 y 1930, por fotógrafo anónimo, propiedad de la Fundación Telefónica, hemos señalado la situación del surtidor.

Esta foto es propiedad de la Fundación Telefónica
   
     Como todos podemos comprobar el surtidor, con los cambios oportunos por mejoras tecnológicas, es el único que se mantiene en el lugar original desde hace noventa años.

SURTIDOR SOLICITADO POR ANTONIO DEL ROSAL
      La quinta solicitud comenzó el 23 de noviembre de 1925 realizada por un capitán de Artillería, vecino de Madrid, proponiendo la carretera de Boceguillas "... solicita autorización para comenzar las obras de instalación de un surtidor de gasolina, con depósito enterrado de 5000 litros, á la entrada de la Carretera de Boceguillas y sitio marcado en el croquis que acompaña...siendo la bomba de tipo "Hardoll" de medida visible que constituye la máxima garantía para el público...".


    Pagola como arquitecto municipal hace informe para la comisión el 15 de diciembre de 1925 y es aprobado al día siguiente por la Comisión Permanente proponiendo el siguiente lugar.


     El informe de la Jefatura de Obras Públicas aprobando la solicitud se hace en enero de 1926.

      Entre el 18 y el 22 de abril de 1926 se colocó el depósito subterráneo de gasolina y el comandante de Artillería, Pedro Anadón Mayayo (Jefe de labores en el Parque Regional de Artillería) envía el día 22 a Mariano Maltrana una carta pidiendo autorización para apoyar en la pared, propiedad del padre Napoleón Maltrana, un tubo de aireación.

     Esto provocó que Napoleón Maltrana y López, propietario de todo el edificio en el que se encontraba el Parador del Acueducto, hiciese un gran recurso en el cual detalla el lugar exacto "...en la acera de dicha casa enfrentando en el local destinado a herradero, un poco por debajo de este" que presentó el 1 de mayo de 1926 y solicitaba entre otras cosas la demolición de las obras y la retirada del aparato-depósito de gasolina. Pagola teniendo presente el recurso hace un informe el 20 de mayo "cree el que suscribe haber informado á los principales puntos de la exposición del Sr. Maltrana y entiende en consecuencia que procede desestimar la reclamación de dicho señor". La desestimación fue aprobada en sesión ordinaria de la comisión permanente del 8 de septiembre de 1926 y firmado el recibí por Napoleón Maltrana, en Veganzones el 20 de septiembre.

      La puesta en funcionamiento se terminaría hacia mayo o junio de 1926, de modo que en la zona había dos Paradores, con dos garajes, talleres de reparación y tres surtidores (una completa estación abierta de transportes en 1926). En la siguiente imagen, circa 1929, podemos ver la situación definitiva del surtidor a unos quince metros del surtidor del Parador del Norte que en ese momento estaba a cargo de Mariano San Frutos.


     Este surtidor se debió mantener poco tiempo. No sabemos, en este momento, cuando desapareció, pero pensamos que antes de la guerra.

SURTIDOR SOLICITADO POR PETRÓLEOS PORTO-PI S.A.
      La sexta solicitud comenzó el 9 de diciembre de 1925 realizada por Manuel Benlloch Martínez en representación de Petróleos Porto-Pi S.A. proponiendo la Plaza Mayor "... Que deseando instalar en la Plaza Mayor y lugar que se indique, un depósito subterráneo con aparato surtidor de gasolina para la venta de este combustible...".

      Pagola como arquitecto municipal hace con fecha 9 de diciembre el informe correspondiente para el Alcalde en el que no ve inconveniente para que se conceda licencia en el lugar señalado:


      En el informe se adjuntan las características técnicas y el modelo de aparato Bowser para un depósito de capacidad de 5000 litros certificadas por el ingeniero industrial Narciso Seriñá:


       En la sesión ordinaria del 16 de diciembre se aprueba por unanimidad en todos sus extremos, pero añadiendo "... que se abonará por el solicitante el importe que se imponga á estas concesiones, por el Excmo. Ayuntamiento..."  firmado por el Alcalde Tomás Sanz y el secretario correspondiente, a fecha de 21 de diciembre de 1925 y concedido al solicitante, el 29 de diciembre de 1925, pero unos quince días después, se produce cambio de alcalde por Fernando Rivas.

      Como podemos comprobar casi después de un año la instalación todavía no se había realizado. La decisión había sido llamativa y en El Adelantado de Segovia del lunes 20 de diciembre de 1926, en portada, apareció un artículo, a modo de editorial local, que decía:
      "Parece que se va a 'perpetrar' la instalación de un surtidor de gasolina en plena plaza Mayor...
     No tienen necesidad los automovilistas, en Segovia, de más surtidores que los existentes, con exceso, en las inmediaciones del Azoguejo. Si la hubiera, no sería ciertamente la plaza lugar indicado para la nueva instalación. En ella no existe ámbito suficiente para el paseo y para el paso de carruajes. Ninguna de estas dos circunstancias puede desaparecer; y siendo así, todo obstáculo causado por instalaciones, artefactos, o detención de vehículos, constituye un atentado a la comodidad del vecindario.
      El Ayuntamiento seguramente comprenderá estas consecuencias y sabrá adoptar los acuerdos necesarios para evitar se lleve a cabo esa instalación."

      Evidentemente la instalación y puesta en funcionamiento se produjo hacia mayo de 1927. De marzo de 1929 disponemos de una imagen de un turista fotógrafo:


      Como se puede comprobar el modelo de aparato ya tenía unas vasijas, de varios litros de capacidad, en las cuales se iban llenando del combustible que desease el usuario utilizando una manivela.

      Según pasaron los años se vieron los inconvenientes del surtidor para los peatones, pero también las ventajas para los automovilistas y para algunos autobuses que partían a sus destinos para la provincia, San Ildefonso y Riaza al menos, desde la plaza Mayor.

      También disponemos de una imagen, circa 1934, con el surtidor de la plaza con su vigilante al lado, pero ya con un precio de 0,76 pesetas el litro de gasolina.


       El surtidor se mantuvo más de doce años, aunque no sabemos todavía exactamente cuando se quitó, pero si sabemos que en diciembre de 1938 estaba y que en enero de 1941 ya no estaba. Por tanto se tuvo que quitar en 1939 ó 1940.
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      Esta entrada se la dedico a todos los segovianos que condujeron los primeros autobuses, camiones y automóviles que fallecieron antes y después de la guerra.
       Todo ha sido posible gracias a:
La foto, de fotógrafo desconocido, de formato 17x13 cm en el Archivo Fotográfico, apartado Entrada de la Línea Telefónica y Poste Distribuidor, de la Fundación Telefónica.
Historia de las comunicaciones en Segovia de Mariano Gómez de Caso Estrada editado por Caja Segovia Obra Social y Cultural, Segovia 2004.
Algunas anécdotas, personajes y establecimientos del corazón de Segovia a mediados del siglo XX. Félix S. de la Fuente Contreras. Editado por el autor. Segovia, 2004.
Web SITIO DE LAS MATRÍCULAS ESPAÑOLAS de David Urios Mondéjar.
El Adelantado de Segovia, lunes 20 de diciembre de 1926, Año XXVI-NÚM 6578.
Proyectos de las diferentes solicitudes de surtidores de gasolina del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos diecisiete años.

viernes, 26 de junio de 2015

LOS AUTOBUSES DE LA RENFE DE SEGOVIA (1947-1959)

      Como la estación de trenes se encontraba a más de un kilómetro del centro de la ciudad, la RENFE (Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles) fundada en 1941, disponía de una serie de pequeños autobuses que trasladaban a los usuarios, con sus equipajes, al centro de la ciudad o de la ciudad a la estación. Precisamente en febrero de 1946, Francisco Franco vino a Segovia a la inauguración de la electrificación de la línea férrea Villalba-Segovia y a partir de ese momento recibiría un impulso a nivel nacional.

        En un plano guía de la Dirección General del Turismo circa 1946 nos hablan de los citados autobuses.


       En estos primeros años para los usuarios que se desplazaban a la estación para coger el tren hacia Madrid  había una línea que partía de la Plaza bajaba al Azoguejo por la calle Real y se dirigía a la estación del tren cruzando las calles Perocota, San Clemente y Gobernador Fernández Jiménez porque entonces todavía no existía la Avenida Fernández Ladreda. Así lo muestra el folleto turístico hacia 1946.


        Estos autobuses de la década de 1940 que partían de la Plaza eran de reducido tamaño con una capacidad de poco más de dieciocho asientos, pero sus conductores los dejaban aparcados, con las cuatro ventanucas laterales abiertas, a la sombra de las acacias de la Plaza en el verano.


     Como podemos comprobar en la imagen circa 1946 tenían en la parte trasera una escalerita para subir a la baca los equipajes de los viajeros. En ese momento la baca está vacía porque muy probablemente está esperando la hora de salida y el que está sentado en el banco de granito sea su conductor.

       Parece ser que en esos primeros años debía haber dos autobuses que esperaban a la llegada de los trenes a la estación segoviana desde Madrid. Uno, debía tener como destino la Plaza Mayor, entonces Plaza de Franco, y otro la Plaza del Azoguejo. Estos destinos tenían su lógica, el de la Plaza Mayor para el centro de la ciudad y todos los Hoteles céntricos para los turistas: Comercio Europeo, Victoria, Casas y el de la Plaza del Azoguejo para todos los usuarios que cruzando el Acueducto después tenían los autobuses para la provincia de Segovia, en el Parador del Norte y el garaje de La Serrana.

      En particular, tenemos esta imagen circa 1949 del bullicio en el Azoguejo, junto al Columba, que por la ropa de las personas, podría ser un domingo o un día festivo. En la baca, llena de maletas y equipaje, leemos claramente RENFE DESPACHO CENTRAL DE SEGOVIA y vemos una bocina que sale por encima del cristal del conductor.


       Observamos que en la parte delantera estaban numerados, y hemos llegado a ver hasta el número cuatro en otras fotos. Me han comentado que la parte clara de la carrocería sería de color amarillo y quizás por otros autobuses, de color verde la parte oscura.

        El tiempo pasa y llegamos a principios de la década de 1950, pero las costumbres se mantienen y vemos otra vez, hacia 1951, como tenemos un autobús de Renfe esperando la salida a la sombra de una acacia de la elipse de la Plaza y en ese momento, un guardia civil junto al pequeño autobús, con las ventanas abiertas para que entre el fresco.


      Vemos curiosamente una puerta en la parte trasera, que según me cuentan era la única puerta de entrada y salida para los pasajeros.

        Pero no sólo tenemos fotos del verano, también hemos conseguido en este detalle de la Semana Santa de abril de 1952 uno de los citados autobuses esperando el traslado del paso de la Dolorosa que habría bajado por la calle San Francisco un domingo de Resurrección.


      Intuimos en este caso el número dos en la parte delantera junto a los niños con su elegante gabardina y el militar con su casaca reglamentaria empujando el paso de Santa Eulalia. Acompañan al paso los vecinos del barrio en procesión.

    Hacia el verano de 1952 también tenemos el autobús número cuatro lleno de pasajeros y toda la baca llena de maletas y equipaje.


     Justo entre los pilares de los arcos del Acueducto en Fernán García leemos el cartel del Bar Turismo de Gil Escribano Núñez y sus hijos.

    Acabadas las cartillas de racionamiento oficialmente a partir de junio de 1952, aumenta el movimiento turístico hacia Segovia inaugurándose en ese año el Gran Hotel Las Sirenas y al año siguiente, en el Nº 2 de Fernández Ladreda, el Hotel Alcázar.  La apertura al exterior comenzaba, pero básicamente el uso de los autobuses era por parte nacional porque comienza la gran emigración de los pueblos a Madrid.


      El despacho de billetes de los trenes se encontraba en la Plaza, en la esquina de los soportales junto a la iglesia de San Miguel y así nos lo refleja una guía con datos de 1957.


     Esa es la razón por la cual siempre conseguimos imágenes con los autobuses esperando en la elipse de la Plaza o a la puerta del despacho de billetes para salir hacia la estación.


      Hacia 1959 había matriculados en Segovia, capital y provincia, poco más de cinco mil vehículos, de modo que estos pequeños autobuses de RENFE tenían un uso habitual. A las horas correspondientes para la salida del tren desde Segovia, media hora antes se recogía a los usuarios en la Plaza y bajaba el autobús por la calle Real con sentido único.

      Alejandro Sáez nos recuerda de su niñez segoviana respecto a la bajada por la calle Real 'cuando aumentaron el tamaño de los autobuses y los comercios tenían toldos extendidos enfrentados debían salir un momento para subirlos un poco y pudiera pasar el autobús sin tocarlos'. Después llegaban a la siguiente parada, el Azoguejo, recogían a más usuarios y muy probablemente ya cruzaban Fernández Ladreda y subían por el Paseo de Ezequiel González.


      El madrileño José Manuel Seseña, nos informa de sus gratos recuerdos de finales de los cincuenta cuando venía a Segovia con su abuelo en el verano 'A la llegada de los trenes a la estación había tres destinos, uno a La Granja, otro al Azoguejo y finalmente el otro a la Plaza Mayor, con los cobradores en la puerta voceando el destino. Los conductores charlaban delante del frontal de los autobuses hasta recibir la orden de salida. Para arrancar precisaban manivela y después se montaban. Uno de los autobuses, lo recuerdo como si lo estuviera viendo ahora tenía la puerta de acceso y salida, pues era única, en la parte trasera, no en el lateral como era lo normal'.

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      Esta entrada se la dedico a José Manuel Seseña que al preguntarme sobre si tenía fotos de unos autobuses con una sola puerta atrás me motivó para la búsqueda de material y a consultar detalladamente las guías de la época.
       Todo ha sido posible gracias a:
La colaboración de José Manuel Seseña y Alejandro Sáez Huertas por los buenos recuerdos de su niñez.
Segovia, Guías turísticas andar y ver. Marqués de Lozoya. Editorial Noguer, tercera edición. Barcelona, 1963 [primera edición de 1957].
Plano Guía. Editado por la Junta Provincial del Turismo. Impr. y Lib. Vda. de Mauro Lozano. Plano de Segovia de López Aldana 1945.
Programas de Ferias y Fiestas de 1956.  Editor M. Piquero.
Segovia y el Ferrocarril. Asociación Cultural Plaza Mayor de Segovia, publicación nº 21, Segovia, junio 2009.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y guías antiguas de Segovia de los últimos quince años.